domingo, 19 de abril de 2009

No puedo tener tan mala suerte (como si fuera martes 13)


cuando los brazos no logran arrugar la camisa
y se queda el mismo rostro esperando pasar el tren...
o mientras se busca mirar lejos tras el seto sin cortar...
hay que dificil se hace!

es "sentir que duele" y los síntomas ya se transforman en estado critico de la existencia
mientras el desahogo emocional no basta para que la catarsis funcione como receta
y mientras apremian las ansias de encontrar el sendero vacío y las típica imagen de la puerta entreabierta
con un haz de luz...escapando de la rendija

y es el llanto desconsolado de aquel mismo niño que alguna vez perdió un juguete
a este viejo ser, se le ha perdido la sonrisa..y ese juego era el más preciado
con el que elegía pasar horas y compartirlo con alguien

me preguntaron ¿en qué crees?
y un témpano arremetió contra mi...fue escalofriante setir el piso fangoso
pero eso ya había sucedido antes...y esta sensación no iba a durar más, no esta vez
Creo en un Dios que existe, que nunca escuché hablar pero llena mis oídos todo el tiempo
así como creo en mi voz....que por raro que suene nunca escuché hablar tampoco
(ambas cosas están...aunque nadie las conozca...y ni yo misma sepa que aspecto tienen...hay gente que confía en ello: y tendrán razón)
Creo en lo que quiero creer...y hace unas semanas que lo repito una y otra vez como maetsra de jardín...armando una explicación con conceptos básicos: pero que fundamentan la existencia plena.
Creo en mi: me falta conocerme (quizas otra similitud con mi querido Dios)


en un último espasmo en papel carbónico...calco la imagen de la que quise ser
mediante un hechizo...quizas le ponga vida a esta suerte

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