sábado, 27 de marzo de 2010


la antena se torció y fueron varios los intentos que aquellos magos sin barba, relizaron para enderezarla. Pero la sintonía no llegaba, y cada vez se veían más rayas, más torcidas, más feas, más anchas, más ruidosas. Era hora de apagar el tele, pero el enchufe estaba pegado con la gotita, no había martillazo que lo separe a golpes, ni agua que ablande la pegatina de años. a veces veo la programación de todos los días, y no hay zapping que me alegre: deberían jugarse por subir el rating, y satisfacer al público. Hay cada idiota en mis medios de comunicación...

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