lunes, 22 de febrero de 2010


Disparo contra el sol con la fuerza del ocaso

Mi ametralladora está llena de magia.

Pero soy solo un hombre más.

Cansado de correren la dirección contraria,

sin podio de llegada

y mi amor me corta la cara,

porque soy sólo un hombre más.

Pero si pensás que estoy derrotado,

quiero que sepas que me la sigo jugando

porque el tiempo, el tiempo no para.

Unos días sí, otros no,

estoy sobreviviendo sin un rasguñón,

por la caridad de quien me detesta.

Y tu cabeza está llena de ratas.

Te compraste las acciones de esta farsa

y el tiempo no para.

Yo veo el futuro repetir el pasado,

veo un museo de grandes novedades

y el tiempo no para, no para.

Yo no tengo fechas para recordar

mis dias se gastan de par en par

buscando un sentido a todo esto.



Y hay reliquias de canciones isomórficas con el sentido primitivo de la vida de uno
pero la terquedad puede más: no me basta conformarme con lo dicho y el hecho

quiero una vida distinta, la cual depende de la astuta valentía que le imponga al transcurrir

me enfrento a mi destino predestinado: porque me siento bien. Y hoy le digo no a las ganas de vencerme

Hoy me alcanza con mi Fe

Voy a escuchar el tic tac, por la voz silenciosa de la introspección o por el estruendo del mundo

quien sabe...

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